Te veo con ojos borrachos
sentada sola
en la baranda de piedra de la casa vieja
que da a la plaza
viendo bailar a la poca gente que ya queda
al ritmo de la mala orquesta que suena.
Estas de espalda,
me acerco, te cojo la cintura
y te muerdo el cuello caprichoso
vuelves alegre la cara y metes tu lengua en mi boca.
Lengua violenta lengua
no me gusta como besas
-muy deprisa y tus dientes me molestan...-
Te susurro al oído y subimos a mi casa
arriba en la colonia, yo bebiendome el último trago.
En el salón, sentados en un viejo sofá
te quito la camisa y tiro el sujetador al fuego.
"Tienes unas tetas bonitas" te digo mientras sintonizo
un vals con tus pezones.
Llevo mis manos a tus muslos gordos y busco tu coño
bajo la minifalda vaquera...
y justo cuando empiezo a tocar pelo
me apartas la mano riendo.
"qué pasa" digo
"nada" dices risueña.
Me levanto, y la abrazo apretando mi pijo
encabritado contra su coño.
"Nena" -le digo cariñoso- "vamos a hacerlo".
Violenta me empuja y caigo de nuevo al sofa...
"que te has creído" -empieza a gritar-
"que el primero que llega se lo lleva?"
"no, cariño"-digo riendo entre dientes-
"simplemente me gustas" -miento-
y la extiendo la mano para que se siente otra vez a mi lado.
Volvemos a las carantoñas y a los besos de enamorados...
aburrido me saco la polla y acerco su mano hasta ella.
La coge. Parece que acepta, y empieza a menearla muy lentamente,
sin ganas, sin pasión... no sabe,
probablemente sea la primera que tenga en las manos...
cojo su mano e intento acompasar el ritmo onanista
"¿Sabes que podría arrancartela de un bocado?"
-dice con voz paranoica-
Me besa el capullo,
se levanta, se pone la camisa y
se larga.