SOÑAR QUE ESTABAS SOLA
¿Por qué miras clavando tus pestañas
en mis ojos, si sólo quiero probar
anclado el sabor de tus legañas?
No, no me asusta tu mirada polar
que intenta rajarme las entrañas
y esconderse del cielo y no volar.
A mí, el Príncipe Ardilla del pinar
con el alma callada. No me engañas.
Yo, que he entonado con la voz muda
versos que acaricien con sangre y abrasen
el himen de tu alma de rojo hielo.
Te digo que mala es la carne cruda,
e imagina que tus labios probasen
mi sucia vida tejida en el cielo
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